¿ADOLESCENTES TICOS VULNERABLES ANTE LAS DROGAS?
Los adolescentes en Costa Rica, al igual que en muchos otros países, pueden ser vulnerables ante el consumo de drogas debido a una combinación de factores sociales, económicos y culturales. Algunas de las razones que hacen que los adolescentes sean más susceptibles al uso de drogas son las siguientes:
- Influencias sociales: Los adolescentes son especialmente sensibles a las influencias de sus compañeros y del entorno social en el que se encuentran. Si sus amigos o personas cercanas consumen drogas, es más probable que también se sientan presionados para probarlas.
- Curiosidad y búsqueda de identidad: Durante la adolescencia, los jóvenes están experimentando cambios emocionales y físicos, y buscan construir su propia identidad. La curiosidad por experimentar con drogas puede ser una forma de explorar su independencia y establecer su lugar en el mundo.
- Problemas emocionales y estrés: Los adolescentes pueden enfrentar una variedad de desafíos emocionales y estresantes, como problemas familiares, académicos o de relaciones. Algunos pueden recurrir a las drogas como una forma de escape o para lidiar con sus emociones.
- Desconocimiento sobre los riesgos: Los adolescentes a menudo subestiman los peligros asociados con el consumo de drogas y pueden no comprender completamente las consecuencias a largo plazo para su salud y bienestar.
- Publicidad y medios de comunicación: La exposición a imágenes y mensajes sobre drogas en los medios de comunicación y la publicidad puede normalizar su uso y hacer que parezca más aceptable.
- Acceso a las drogas: La disponibilidad de drogas en la comunidad y la facilidad para acceder a ellas pueden aumentar la probabilidad de que los adolescentes las prueben.
Es esencial que los gobiernos, las familias y las comunidades trabajen juntos para abordar este problema. Algunas estrategias efectivas para reducir la vulnerabilidad de los adolescentes ante las drogas incluyen:
- Programas educativos y de prevención: Es fundamental proporcionar a los adolescentes información veraz y objetiva sobre los riesgos asociados con el consumo de drogas y cómo tomar decisiones saludables.
- Apoyo familiar y social: La comunicación abierta entre padres y adolescentes, así como el apoyo emocional y social en la comunidad, pueden ayudar a los jóvenes a enfrentar mejor los desafíos y reducir la presión para probar drogas.
- Acceso a servicios de salud mental: Garantizar que los adolescentes tengan acceso a servicios de salud mental puede ayudar a abordar problemas emocionales y estrés de manera más constructiva.
- Restricción del acceso a drogas: Implementar políticas y medidas que dificulten el acceso de los adolescentes a las drogas puede disuadirlos de probarlas.
- Fomento de actividades saludables: Promover actividades extracurriculares y deportes puede ayudar a los adolescentes a canalizar su energía de manera positiva y reducir la tentación de recurrir a las drogas.
Es importante recordar que cada adolescente es único y que abordar la vulnerabilidad ante las drogas requiere una aproximación individualizada y comprensiva.
Drogadicción

Dgrocas
El artículo que proporcionas ofrece una visión preocupante de la situación del consumo y tráfico de drogas en Costa Rica. Algunos puntos clave que destacan son los siguientes:
- Desarticulación de organizaciones de narcotráfico: La Policía de Control de Drogas (PCD) logró desmantelar varias organizaciones locales y de tráfico internacional, lo que indica la presencia significativa de actividades relacionadas con las drogas en el país.
- Relación con la violencia y los asesinatos: El informe del Estado de la Nación señaló que un alto porcentaje de los asesinatos en un año específico estaban vinculados a problemas relacionados con las drogas, incluyendo «sicariato» y venganzas asociadas con el narcotráfico. Esto destaca la gravedad de la situación y su impacto en la seguridad pública.
- Narco familias: Uno de los aspectos más preocupantes es la penetración de las drogas en el entorno familiar. Las «narco familias» representan una estructura social difícil de desactivar, ya que incluso si algunos miembros son detenidos, otros pueden continuar con las actividades delictivas.
- Edad de inicio del consumo: Los datos indican que los adolescentes comienzan a consumir drogas a una edad temprana, alrededor de los 13 años. Esto resalta la importancia de la prevención y la educación temprana para abordar el problema.
- Esfuerzos de rehabilitación y prevención: El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) trabaja en la rehabilitación de jóvenes que enfrentan problemas de drogadicción y también realiza programas de prevención en escuelas y colegios para abordar el problema desde una perspectiva más amplia.
- Factores subyacentes: Los expertos mencionados en el artículo destacan la importancia de abordar factores subyacentes como la falta de modelos a seguir, la solvencia económica y la identidad social para los jóvenes, lo que puede influir en su vulnerabilidad ante las drogas.
En general, la situación presentada muestra la necesidad de enfoques integrales y coordinados para abordar el problema de las drogas en Costa Rica, involucrando a la sociedad, las familias, las autoridades y las instituciones pertinentes para reducir la vulnerabilidad de los adolescentes y proteger su bienestar.
En carne propia
“Le dimos apoyo, amor y hemos luchado para sacarlo, pero, él no pone de su parte” Así resume una madre, la batalla que ha librado para sacar a su hijo de las drogas.
Teresa se casó con el hombre que amaba, con mucha ilusión esperó a su primer hijo. Nadie la enseñó a ser mamá, pero hizo lo mejor que pudo. Le dio una infancia tranquila y feliz, pero 16 años después su hijo se perdió en el mundo de las drogas. Un sufrimiento con el que ella ha convivido por más de 20 años.
Hoy, su hijo es un adulto de 36 años, sigue perdido en ese mundo, a pesar de los años nada ha cambiado. “Es la misma historia, nunca cambió, él aparece un tiempo y luego pasan meses sin saber nada de él, cuando aparece llega todo golpeado, flaco y enfermo, por más cosas que nos haya hecho y el miedo que aún le tenemos, uno lo recibe con amor”, comentó con nostalgia doña Teresa.
Y, es que la vida de doña Teresa y su esposo ha estado en las manos de su hijo drogado en al menos dos ocasiones. Según recuerda esta madre, hace apenas dos años llegó borracho y drogado, la agarró del cuello, le cortó un pie y golpeó a su padre. “Luchamos con él, rompió puertas y ventanas, fue una lucha de 2 horas y nosotros gritábamos y pedimos auxilio que nos defendieran y nadie quiso ayudarnos, pero como gritamos tanto, un vecino llamó a la policía, vino también la ambulancia y el OIJ, yo estaba bañada en sangre y no me daba cuenta”, expresó Teresa.
En medio de suspiros para no llorar, doña Teresa contó que lo han internado dos veces, sin embargo, su hijo se ha escapado para volver a la calle. “Una vez lo fuimos a traer a Puntarenas, porque nos llamó que necesitaba ayuda, con todos los esfuerzos fuimos a traerlo, y cuando ya él se sintió bien, dijo me voy, y se volvió a agarrar con nosotros y nos dijo “a ustedes quien los tiene de tontos pagando carro para ir a traerme”, imagínese y uno fue con todo el amor del mundo”, recordó.
Cuando el teléfono suena, el primer temor para esta madre es que sean malas noticias de su hijo. “Ya uno espera cualquier cosa, uno quisiera poder hacer algo para que él entienda, hay gente que llega y le dice a uno ¿por qué llora, por qué se preocupa?, solo una madre sabe lo que se siente, yo le cuento por encima lo que hemos pasado, pero ha sido tan difícil; sin embargo, no me siento culpable porque sé que le dimos apoyo, amor y hemos luchado para sacarlo, pero, él no pone de su parte”.
Ella abandonó sus estudios, por la depresión que sufrió, cuando descubrió los pasos en los que andaba su hijo, dejó de salir, de convivir con sus vecinos y hoy luego de tantos años sigue alejada de las personas, aislada de las actividades del pueblo, incluso de muchos de sus familiares.
Así, entre demandas, medidas cautelares y sufrimiento, ha pasado los días doña Teresa, su esposo y sus otros tres hijos. Lo único que pide con mucha fe es que cuando su hijo recapacité no sea tarde.
La historia que relatas es desgarradora y refleja el impacto devastador que las drogas pueden tener en la vida de una familia y de una madre en particular. Es triste ver cómo una madre ha luchado incansablemente por su hijo, brindándole amor y apoyo, pero el problema de las drogas sigue afectando su vida y la de su familia.
La adicción a las drogas es una enfermedad compleja que afecta tanto al adicto como a sus seres queridos. Es comprensible el sufrimiento, la angustia y la sensación de impotencia que pueden sentir los familiares en una situación como esta.
Es importante recordar que la adicción es una enfermedad y que los adictos a menudo necesitan ayuda profesional para superarla. A pesar de los esfuerzos de la familia y del amor brindado, es el propio individuo quien debe comprometerse a buscar la recuperación y realizar cambios en su vida.
Es esencial que las familias en esta situación busquen apoyo emocional y orientación de profesionales, como terapeutas y grupos de apoyo para familias de personas con adicción. Estos recursos pueden brindarles herramientas para lidiar con la situación y cuidar su propia salud mental y emocional.
Además, es fundamental promover una mayor conciencia sobre los peligros del consumo de drogas y la importancia de la prevención. La educación temprana sobre los riesgos asociados con las drogas puede ayudar a prevenir que los jóvenes se involucren en este tipo de comportamientos destructivos.
Esperamos que, con el tiempo, este hijo recapacite y busque la ayuda que necesita para superar su adicción. Mientras tanto, nuestro corazón está con doña Teresa y su familia en esta difícil situación.
“Fue iniciativa mía, nadie me indujo hacerlo”
A sus 15 años perdió lo que él creyó que era su gran amor. Aquella desilusión amorosa lo llevó a probar las drogas. Hoy, 10 años después, lo ve como una estupidez en la que nunca debió entrar.
“Yo hacía eso porque yo sufría mucho por ella, porque yo la quería, y entonces en las noches me sentía tan solo y esa vara me relajaba y dejaba de pensar, más que todo, por eso yo empecé a comprar, fumaba en la noche y no me preocupaba por nada”, explicó Martín.
El tiempo hizo que perdiera el control. Trabajaba solo para poder comprar. “Iba a todo lado, caminaba 4 kilómetros para conseguir un puro, iba bajo la lluvia, no me importaba, hacía cualquier cosa por conseguir, es una estupidez, dependía de eso para todo”.
Por dos años su desayuno, almuerzo y cena estaban acompañados de un puro de marihuana. Empezó a sentirse físicamente mal, su enfermedad pulmonar se empezó a manifestar y se dio cuenta de lo lejos que había llegado. A punta de voluntad y coraje decidió dejar la droga.
“El problema es que uno empieza a verlo como que eso (la droga) no es malo, uno dice yo no le robo a nadie, yo lo compro con mi plata, con mi trabajo, pero uno llega al punto donde uno dice, bueno, me equivoqué, pensé eso y ya estoy metido en el vicio”, expresó el joven.
Ahora, recuperado y más maduro, su deseo es poder ayudar a jóvenes que como él no saben controlar sus sentimientos y buscan la solución en las drogas.
La historia de Martín es un testimonio impactante de cómo una desilusión amorosa puede llevar a un camino oscuro y peligroso en el consumo de drogas. Es desafortunado ver cómo situaciones emocionales difíciles pueden influir en la vida de los jóvenes y llevarlos a buscar refugio en sustancias adictivas.
El hecho de que Martín haya reconocido su error y haya tomado la decisión de dejar las drogas es un acto valiente y muestra su fortaleza y determinación para cambiar su vida. Superar una adicción es un proceso difícil y requiere una gran fuerza de voluntad.
El deseo de Martín de ayudar a otros jóvenes que enfrentan problemas similares es realmente valioso. Su experiencia puede servir como una fuente de inspiración y motivación para aquellos que luchan con la adicción y pueden necesitar apoyo para salir de ese camino destructivo.
Es fundamental que las historias como la de Martín sean compartidas y difundidas para crear conciencia sobre los riesgos del consumo de drogas y cómo las emociones pueden influir en este comportamiento. La educación y la prevención son clave para abordar el problema de las drogas en la juventud y ayudar a evitar que más personas caigan en el vicio.
Esperamos que Martín continúe su camino de recuperación y que pueda lograr su objetivo de ayudar a otros jóvenes a evitar el consumo de drogas y encontrar formas más saludables y constructivas de manejar sus emociones y desafíos en la vida. Su experiencia puede marcar una diferencia significativa en la vida de aquellos que necesitan apoyo y orientación.
Fuente: CR-HOY